lunes, 23 de junio de 2014

Villarin en verano


En agosto, principalmente, llegan a nuestro pueblo de Villarín familias y gentes que viven fuera, alejados de los paisajes de su niñez y de su juventud. Los hijos y los nietos de éstos, a veces también, acompañan a sus padres y abuelos. Se dice que alguien o algo no muere mientras se le recuerda. Si así fuera, Villarín sigue vivo. Sus gentes no olvidan la tierra que les vio nacer.

Momentos de convivencias y reuniones de vecinos, como el caso de las fotografías en la terraza de la casa de Pombo. También son momentos para largos paseos y charlas en las que se recuerda el pasado y se comenta el presente. Las casas, cerradas todo el año, vuelven a abrir sus puertas y cualquier ocasión es buena para la conversación.